Este “pequeño” detalle pasa muchas veces desapercibido en las publicaciones, sobre todo cuando se trata de temas creativos o técnicos en las áreas de ciencias o números, debido a la gran escusa: -“no somos buenos para letras, lo nuestro son números”-. Y aunque usted no lo crea también en publicaciones corporativas con corto tiempo de producción como boletines y revistas internas.
Por ello no es de sorprender que, aunque el escritor quiso comunicar algo, el lector entendió otro mensaje debido a una tan sencilla pero traviesa coma mal colocada:
Perderemos, muy poco se pudo resolver. / Perderemos muy poco, se pudo resolver.
No quiero saber. / No, quiero saber.
La coma puede condenar o salvar:
¡No tenga compasión, se lo pido! / ¡No, tenga compasión, se lo pido!
Y que dicen de esta conocida genialidad de Julio Cortázar. Lean y analicen la siguiente frase:
«Si el hombre supiera realmente el valor que tiene la mujer andaría en cuatro patas en su búsqueda».
Las mujeres con seguridad colocarán la coma después de ‘mujer’ pero si es varón seguramente la colocará después de ‘tiene’.
Debido a esto, es recomendable contar con un corrector de estilo y ortográfico de cabecera, y Conecta2 Perú se lo brinda. Recuerde… No es lo mismo decir:
No quiero seguir leyendo su revista por favor, a…
No, ¡quiero seguir leyendo su revista, por favor!